nos quedamos sin acido lactico

Una vez todos reunidos en la plaza y tras "flipar" con la sorpresita tecnológica que Juan nos tenía preparada, salimos a realizar otra pasada a nuestra ruta para ir ultimando detalles y mejorando lo que sea posible. Así arrancamos para arriba (pues el principio es todo para arriba) y después de eliminar el frío mañanero llegaba el momento de probar la nueva tija de Juan y las maltrechas horquillas de Pato y Fernando. Tras la larga bajada llegaba el momento de que Pato nos abandonara para cumplir con sus obligaciones familiares y para el resto era el momento de las trialeras ratoneras del final de la bajada.
Una vez abajo llegaba lo más duro del día con la larga subida hasta la caseta del Rubial. En la primera de las casetas José y los hermanos Tojo decidieron no subir hasta arriba y esperarnos en Macedos. El resto seguimos sufriendo hasta la caseta, allí nos tomamos el tentempie y para abajo para reunirnos con el resto de compañeros. Antes de reunirnos Oscarito sufrió la averia del día, un pinchazo y después de reirnos un rato (esa tirita...) llegamos al punto de encuentro. De aqui y con las piernas maltrechas (al menos alguno) decidimos tirar para casa y dejar el resto de la ruta para una mejor ocasión.
Andrés