MARCHA DAS NEVES

"Vaya vaya, vaya nevada"

Sonaba el despertador a las 6 de la mañana de manera inexpugnable…tocaba levantarse más temprano de lo habitual, pero con ganas de disfrutar de un domingo diferente. El que escribe tenía un resfriado de aúpa (por andar xojando ca neve días previos…). El caso es que quedamos los cuatro atrevidos (Jorge, Ángel, Alberto y Oscarito) a las 6:30 delante de casa de jorge para poner rumbo a As Neves. Suerte fue que ni había nieve ni demasiado hielo hasta allá, eso si, adelantamos a la maquina del sal en la autopista y le dejó el coche a mi madre y el de Angel hechos un cristo. Parada en San Simón para el desayunito y rumbo para las montañas. Durante el trayecto nos pasó un A3 todo follado: era Dabiz, asi que ya estábamos todo el pelotón.

Una vez allí, montamos el chiringuito, Jorge aparece con un termo lleno de caldo… falta hacía, allí arriba pelaba el frío como en el ártico. Recogida de dorsales y regalos (una gorra conmemorativa) y aplausos para el Xacobeo que también hizo el recorrido de la marcha. Oscar Pereiro nos dio animos, pero no se atrevió a venir el cabrón.

Como siempre, salimos de últimos, todos abrigaos hasta las cejas (-2 grados marcaba mi contakm, pero con el viento que hacía…) el caso es que Dabiz decide ir a llevar las gorras de los caídos en combate que no vinieron, al coche, y le dijimos que lo esperábamos en un cruce. Debió oír mal, el capullo atajó y nosotros esperando media hora por el… y no venía… “tará diante” Pues lo dicho, a tirar como animales adelantando a todo dios como si el avituallamiento solo fuera para los 200 primeros (por cierto, debimos ser unos 700).

Subida todos los OEAs en cuadrilla, terreno MUY rodador y tendido y cuando nos queremos dar cuenta ya estaba casi todo echo, yo personalmente con la lengua fuera todo el tiempo, no daba respirado!, Alberto y Jorge sobrados los cabrones y Ángel jodido de una pierna por sobreentrenamiento. Pero el caso es que llegamos juntitos al avituallamiento imponiendo un ritmo infernal, demoledor o como le queráis llamar. Debimos adelantar a unos 200-250 (vale, si, unos 50 ya estaban parados arreglando cadenas, ruedas y hasta horquillas). Allí apareció el desaparecido: seica tiró porque pensó que íbamos delante, que el ya nos dijo que ya nos cogería… conclusión: uns por outros e subimos como tolos.

Llevábamos 20km y aun quedaba un poco de subida, y yo pensando para mi… “tantas neves tantas neves e ó final súbese ca punta do cara…” Iluso de mí. Después de 5 min retornamos la marcha y vamos a pillar las bicis y… oh! Cadenas congeladas! Las movimos un poco y listas. A otros no les iba el desviador, a mi no me desbloqueaba la horquilla… el caso es que empezamos a subir para coronar el monte, muy tendido y firme perfecto… pero al girar un poco la cara de la montaña… nieve, nieve y más nieve cayendo. Es indescriptible el viento helado que hacía en lo alto a 900m, aguantamos como pudimos y nos separamos los grupos (Jorge, Angel y Oscarito fueron por la “trialera de la cobra” y Alberto y Dabiz fueron por pista ancha) Debímos haberles seguido, porque nuestra bajada era supercomplicada, todo congelado y si te salías del raíl de 30cm de ancho ibas ladera abajo. Una inclinación de acojone. Después enganchamos por pista ancha y unas curvazas… un deleite de bajada, velocidad altísima y no olvidemos que estaba nevando, aunque como había empezado hacía media hora, cuajara.

Llegamos abajo y yo no sentía los pies, como casi el resto. La ultima parte de la ruta bastante llena de barro y camino técnico, siempre picando para abajo, no era excesivamente rompepiernas pero con algún repecho curioso. Zona muy bonita bordeando el río y con pasarelas muy chulas. Último tramo de asfalto y ya estabamos en el pueblo. Reencuentro con los dos perdidos, lavado de bicis y pa las duchas que estábamos congelados, joder, qué PUTO FRIO. Para mas INRI pillamos agua fría, pero parecía medio caliente tal y como estábamos.

Y nada, fuimos al parrulo (Ponteareas de la mano de Dabiz a comer y a ponernos al tanto de todo y para casa otra vez, por suerte cuando empezó a nevar ya estábamos en Santiago (o es que solo nevó fuerte en Santiago… nosé). Resumen: mucho portugués, muchisimo frio, y buenas sensaciones de todos en general para ser la primera del año.

Un abrazo!

Oscarito.